jueves, 21 de junio de 2007

Cahiers: exclusivistas y unívocos

Tarantino, Aronofsky, Gilliam. Los ¿nuevos? Cahiers versión francoespañola, dejémoslo así de momento, se quejan amargamente de que "un alarmante número de jóvenes cinéfilos" (Adrian Martin dixit) puedan empezar a cogerle el gusto a esto del cine gracias, entre otros, a esos tres apellidos. La pregunta es si cargan contra un tipo de cine, más enfrentando a los géneros, o contra una manera de ver y entender el cine que no es la suya. Parece que si dices que Grindhouse es mejor que cualquier otro film estrenado en el siglo XXI (allá cada uno con lo suyo), por muchos argumentos que pongas sobre la mesa la última palabra es de estos señores. Puede que mañana me levante con algunas imágenes de The Fountain en la cabeza, porque la verdad es que muchas han dejado en mi memoria una huella indeleble al paso del tiempo. Y seguramente a Adrian Martin le moleste, pensando en que la misma estructura narrativa la utilizó Borges y la estética tiene deudas evidentes con no-sé-qué-película del año 64.
Yo, sinceramente, me alegro de que muchos Cinéfilos (con mayúscula, ahora sí) entren a disfrutar otras experiencias al margen del cine comercial más lamentable, aunque eso implique saltarse los referentes. Adrian Martin parece querer polarizar la situación, cine/espectáculo y cine/cultura, sin entrever connivencias intermedias. "Contra toda exclusión", reza el editorial de Heredero. Vaya paradoja.

Marcos M.S.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si me permites contestar... no creo que se refieran a eso, dada la alta nota que recibió Death Proof en la revista.

Eso sí, creo que se refieren a que estos directores son una parte del cine, no el futuro del cine, de todo tiene que haber, y lo digo por especial interés :).